Rompiendo Cadenas De Adiccion

Actitudes Que Nos Mantienen Prisionero

Vergüenza-Culpabilidad 

Shame is debilitating. It ruins relationships, thwarts growth, and destroys hope. It can even masquerade as various other problems—one of them is guilt. But shame and guilt are not the same. Guilt is the bad feeling you have for doing something you should not have done. Shame is the bad feeling of regret for being an inadequate person. Guilt is about what you did; shame is about who you are. Both are bad feelings, but it’s important to know the difference.

The Bible says guilt exists to help us. Paul talks about a “godly sorrow” that leads people to repentance and produces good things in their lives (2 Corinthians 7:11). This is a healthy guilt, because it is motivated by love. It motivates you to do the right thing to restore damaged relationships. But not all guilt is productive. Guilt not motivated by love is rooted in fear. This kind of guilt is not about making amends, or figuring out the loving thing to do to make things right in your relationships. It’s about saving your own skin.

Because we were designed by God to feel guilt, we all should have the capacity for it. But sometimes we are not clear about its underlying motivation. If your fear of getting caught is greater than your desire to heal your relationships, then you are suffering from an unhealthy guilt and it is likely to be with you for a long time; because it is a form of self-punishment that substitutes for restored relationships and will keep you stuck.

Una de las cosas que hace que sea tan difícil lidiar con la vergüenza es el silencio. La vergüenza también se siente mal. Pero es diferente a la culpa. La vergüenza es el doloroso sentimiento de desconexión de los demás que proviene de sentirse defectuoso. Puede pensar que se siente mal por las cosas que ha hecho, pero la verdad es que la vergüenza es un mal sentimiento que tiene sobre sí mismo, y lo tuvo mucho antes de cometer cualquiera de las cosas que cree que lo causaron.
Una de las cosas que hace que sea tan difícil lidiar con la vergüenza es el silencio. Por su propia naturaleza, la vergüenza busca ocultarse a sí misma y a nosotros con ella. Al menos con culpa, puedes hablar de ello, confesarlo e incluso manejarlo si sabes cómo.

El camino para superar la vergüenza es el coraje, la vulnerabilidad y la aceptación.
Tanto la culpa como la vergüenza son emociones fuertes que debes reconocer y afrontar para que tus relaciones vayan bien. Para manejar su culpa, debe hacer las cosas de manera diferente. Ser honesto sobre las malas acciones, arrepentirse de ellas y buscar el perdón son cosas que puede hacer en respuesta a su culpa. Para lidiar con tu vergüenza, debes ser diferente. Es decir, debe ser vulnerable y experimentar lo que es compartir sus sentimientos honestamente con los demás de una manera que lo cambie.

Todos caminamos con cierto grado de vergüenza. No podemos convencernos de que no lo haga, o incluso que alguien más nos explique por qué no deberíamos sentirlo. Nadie puede curarse de la vergüenza, pero todos podemos experimentar la curación. Cuando somos lo suficientemente valientes y vulnerables como para abrirnos a la gracia de Dios, experimentaremos lo que es sentir una aceptación completa hasta el fondo. El valor, la vulnerabilidad y la aceptación curan la vergüenza. Y experimentar eso con Dios, lo cura de la manera más poderosa.
Proverbios 28:13
13 Quien encubre su pecado jamás prospera;
    quien lo confiesa y lo deja halla perdón.
1 Juan 3:20
20 Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo.
Si tu identificaste la actitud negativa de Proyeccion en tu IMD hoy, tome un tiempo para completar este devotional. Leete cada pasaje empesando con (2 Corintios 7:11).
Medita en este versiculo(s). Continue con el proximo pasaje hasta completar todos los pasajes. Es imperativo que permites el Espiritu Santo que nos confronte con nuestras actitudes pecaminosas y defectos de caracter, y que tomemos responsabilidad por nuestro comportamiento sin hacer escusas. Esto requiere mirar con honestidad las intenciones de nuestro corazon si vamos a permitir que Dios obre en estas areas. Pidele al Señor que revele la verdad detras de estos actitudes. Nuestros corazones son engaños y intentara a esconder las rasones verdaderas detras de estos comportamientos. Asegurate de escribir cualquier revelacion de el Espiritu Santo, especialmente de donde vienen.