Rompiendo Cadenas De Adiccion
Actitudes Que Nos Mantienen Prisionero
Falso-Complaciendo A Los Demas
Agradar a los demas pueden parecer un rasgo positivo desde el principio. Parece admirable querer ser amable con los demás y hacerlos felices. Sin embargo, buscar complacer a otras personas es diferente a buscar genuinamente lo mejor para ellos. Además, inherente al concepto de agradar a las personas está la idea asociada de que las personas agradables hacen las cosas en función de la cantidad de favor que creen que obtendrán de los demás. Este tipo de personas complacientes en realidad no complace a otras personas en absoluto, porque es inherentemente autocomplaciente. Cual es la distincion? El agradar a las personas se vuelve malsano cuando agradar a los demás es más un motivador que agradar a Dios. Cuando estamos trabajando para complacer a otras personas en el momento para ganarnos el favor y hacernos sentir bien, en lugar de buscar lo mejor de ellos, no amamos a los demás como Dios los ama. Cuando hacemos de la reacción de otras personas nuestro estándar de cómo nos evaluamos a nosotros mismos, miramos a otras personas como dioses en lugar de a Dios, que es idolatrÃa. Este desequilibrio conduce a un estrés innecesario y es contrario a la voluntad de Dios para nuestras vidas.
En esencia, agradar a las personas tiene sus raÃces en la inseguridad y una profunda necesidad de aprobación de los demás. Es egoÃsta porque agradar a la gente es, en realidad, un intento de que el "agradador" se sienta valioso. Si bien una persona complaciente puede ser una persona sensible que se preocupa genuinamente por hacer felices a los demás, puede salir mal fácilmente cuando la persona complaciente permite que otra persona continúe en una vida de insalubridad o pecado, por ejemplo, haciéndola sentir bien en lugar de desafiarla. en cambio, a una vida recta. Las personas que agradan tampoco llenarán el vacÃo en la vida de las personas que agradan. Es imposible complacer a todos todo el tiempo; si nuestro valor se basa en cómo nos ven otras personas, es una evaluación en constante cambio que con demasiada frecuencia se queda corta. El agradar a las personas no es bueno para el agradador ni para las personas a las que está tratando de agradar.
El comportamiento de querer agradar a los demas es una puerta abierta para que la codependencia no saludable entre en una relación. El agradar a las personas también puede convertirse en manipulación porque el agradador habla o se comporta de cierta manera para obtener el resultado deseado. A veces, este comportamiento se basa en la envidia de los que nos rodean: tienen más estatus, popularidad, posesiones, etc. de lo que creemos, por lo que tratamos de compensarlo obteniendo la aprobación de los demás. Esta clase de gente malsana que agrada es una versión de la idolatrÃa porque valora a los demás antes que a Dios (ver Juan 12: 42–43). Gálatas 5:25 nos instruye a mantenernos en sintonÃa con el EspÃritu; no podemos hacer esto si estamos tratando de mantener el paso con los demás (ver Mateo 6:24; Hechos 5:29).
Jesús es nuestro ejemplo perfecto de cómo vivir, porque aunque hizo el bien a los demás (Hechos 10:38), vivió solo para agradar a Su Padre, Dios (Juan 8:29). Esto requerÃa que Él hablara verdades incómodas, incluso cuando se enfrentaba a la ira y el juicio de otros (Mateo 23:15; Juan 18:37).
En esencia, agradar a las personas tiene sus raÃces en la inseguridad y una profunda necesidad de aprobación de los demás. Es egoÃsta porque agradar a la gente es, en realidad, un intento de que el "agradador" se sienta valioso. Si bien una persona complaciente puede ser una persona sensible que se preocupa genuinamente por hacer felices a los demás, puede salir mal fácilmente cuando la persona complaciente permite que otra persona continúe en una vida de insalubridad o pecado, por ejemplo, haciéndola sentir bien en lugar de desafiarla. en cambio, a una vida recta. Las personas que agradan tampoco llenarán el vacÃo en la vida de las personas que agradan. Es imposible complacer a todos todo el tiempo; si nuestro valor se basa en cómo nos ven otras personas, es una evaluación en constante cambio que con demasiada frecuencia se queda corta. El agradar a las personas no es bueno para el agradador ni para las personas a las que está tratando de agradar.
El comportamiento de querer agradar a los demas es una puerta abierta para que la codependencia no saludable entre en una relación. El agradar a las personas también puede convertirse en manipulación porque el agradador habla o se comporta de cierta manera para obtener el resultado deseado. A veces, este comportamiento se basa en la envidia de los que nos rodean: tienen más estatus, popularidad, posesiones, etc. de lo que creemos, por lo que tratamos de compensarlo obteniendo la aprobación de los demás. Esta clase de gente malsana que agrada es una versión de la idolatrÃa porque valora a los demás antes que a Dios (ver Juan 12: 42–43). Gálatas 5:25 nos instruye a mantenernos en sintonÃa con el EspÃritu; no podemos hacer esto si estamos tratando de mantener el paso con los demás (ver Mateo 6:24; Hechos 5:29).
Jesús es nuestro ejemplo perfecto de cómo vivir, porque aunque hizo el bien a los demás (Hechos 10:38), vivió solo para agradar a Su Padre, Dios (Juan 8:29). Esto requerÃa que Él hablara verdades incómodas, incluso cuando se enfrentaba a la ira y el juicio de otros (Mateo 23:15; Juan 18:37).
Si tu identificaste la actitud negativa de Falso-Complaciendo A Los Demas en tu IMD hoy, tome un tiempo para completar este devotional. Leete cada pasaje empesando con
(Juan 12:42-43).
Medita en este versiculo(s). Continue con el proximo pasaje hasta completar todos los pasajes. Es imperativo que permites el Espiritu Santo que nos confronte con nuestras actitudes pecaminosas y defectos de caracter, y que tomemos responsabilidad por nuestro comportamiento sin hacer escusas. Esto requiere mirar con honestidad las intenciones de nuestro corazon si vamos a permitir que Dios obre en estas areas. Pidele al Señor que revele la verdad detras de estos actitudes. Nuestros corazones son engaños y intentara a esconder las rasones verdaderas detras de estos comportamientos. Asegurate de escribir cualquier revelacion de el Espiritu Santo, especialmente de donde vienen.
(Juan 12:42-43).
Medita en este versiculo(s). Continue con el proximo pasaje hasta completar todos los pasajes. Es imperativo que permites el Espiritu Santo que nos confronte con nuestras actitudes pecaminosas y defectos de caracter, y que tomemos responsabilidad por nuestro comportamiento sin hacer escusas. Esto requiere mirar con honestidad las intenciones de nuestro corazon si vamos a permitir que Dios obre en estas areas. Pidele al Señor que revele la verdad detras de estos actitudes. Nuestros corazones son engaños y intentara a esconder las rasones verdaderas detras de estos comportamientos. Asegurate de escribir cualquier revelacion de el Espiritu Santo, especialmente de donde vienen.