
De la Supervivencia A La Significación
CAPITULO 3-PARTE 3
La soledad
La soledad no es necesariamente estar solo. Significa que nos sentimos aislados y desconectados de los demás. La soledad dice: «Soy la única persona que está pasando por esto». Muchas personas pasan por la vida sintiéndose solas y nunca son capaces de identificar la soledad como un problema. Llenan su vida con cosas, actividades que las mantienen ocupadas y agendas sociales, pero siguen sintiendo ese vacío y esa desconexión.
Dios nos creó para estar en relaciones, pero estas siempre fueron diseñadas de tal manera que Él fuera lo primero. Cada vez que nos desconectamos de nuestra necesidad de estar en una relación con Dios primero, experimentamos soledad. La soledad puede conducir a la ira o a otras condiciones como la depresión. Dado que los problemas de relación están en el centro de la codependencia, esto puede ser un obstáculo muy difícil de superar.
Ejemplos de cómo se puede manifestar la soledad
La soledad no es necesariamente estar solo. Significa que nos sentimos aislados y desconectados de los demás. La soledad dice: «Soy la única persona que está pasando por esto». Muchas personas pasan por la vida sintiéndose solas y nunca son capaces de identificar la soledad como un problema. Llenan su vida con cosas, actividades que las mantienen ocupadas y agendas sociales, pero siguen sintiendo ese vacío y esa desconexión.
Dios nos creó para estar en relaciones, pero estas siempre fueron diseñadas de tal manera que Él fuera lo primero. Cada vez que nos desconectamos de nuestra necesidad de estar en una relación con Dios primero, experimentamos soledad. La soledad puede conducir a la ira o a otras condiciones como la depresión. Dado que los problemas de relación están en el centro de la codependencia, esto puede ser un obstáculo muy difícil de superar.
Ejemplos de cómo se puede manifestar la soledad
- Una enfermera pasa su ajetreado día con pacientes, trabajando turnos de doce horas todos los días, y llega a casa sintiéndose vacía e insatisfecha.
- Una mujer corre frenéticamente durante todo el día, llenando su agenda de cosas que hacer, personas a las que visitar, formas de ayudar y responsabilidades de la iglesia. A pesar de toda su actividad, se siente desconectada y, sin saberlo, experimenta soledad.
- Una joven vuelve a casa de la universidad y se encuentra decepcionada y desconectada. Se da cuenta de que su familia no está unida emocionalmente, y eso le hace sentir una inmensa soledad mientras está en su propia casa.
- Entrar en recuperación puede ser solitario si tenemos que renunciar a relaciones que ya no son saludables, o si nuestros propios familiares no entienden por lo que estamos pasando. Es esencial conectar con personas que puedan animarnos y comprender por lo que estamos pasando.
- En realidad, el proceso de recuperación y sanación es un proceso de conexión. En primer lugar, Dios repara nuestra conexión con Él. En última instancia, esa conexión nos dará la capacidad de conectar con los demás de forma sana. Aun así, debemos estar dispuestos a experimentar la soledad como parte del ser humano. A veces, simplemente nos sentiremos solos y necesitaremos aprovechar esos momentos para estar a solas con Dios, en lugar de aislarnos de los demás. Al identificar nuestra soledad, podemos empezar a entregarle ese sentimiento a Dios. Podemos aprovechar esos momentos para orar, leer la Palabra de Dios y simplemente estar con Él. A medida que nos enfocamos en Él, descubrimos que la dulzura de Su presencia nos envuelve. En lugar de sentirnos solos, nos sentimos conectados con Él. Jesús dijo: «Nunca te abandonaré» (Hebreos 13:5). Qué reconfortante es saber esto cuando nos sentimos abandonados o abandonados a nosotros mismos. Puntos de aplicación: Explica cómo experimentas la soledad. Explica qué haces para lidiar con la soledad.