Día 1
SER CAPACITADO POR EL ESPÍRITU
Es fundamental que sepamos cómo relacionarnos con el Espíritu de Dios. Solamente aquellos que vivieron en los tiempos de Jesús tuvieron el privilegio de ver a Dios físicamente. Sin embargo, durante la mayor parte de la historia, Dios se relacionó con
el hombre a través de su Espíritu. En todo el Antiguo Testamento, siempre que Dios le daba una orden a su pueblo,
su Espíritu venía sobre ellos y los capacitaba para llevar a cabo la misión que Él les encomendaba. La misión de Dios siempre era “tamaño Dios”, e imposible de llevar a cabo sin intervención divina. Dios puso su Espíritu sobre Moisés y aquellos que eran
líderes junto con él, a fin de guiar a los israelitas durante 40 años en el desierto (ver Números 11.17). Cada uno de los jueces de los israelitas juzgaron a Israel con la capacidad que les dio la presencia del Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios vino sobre
Gedeón, y lo capacitó a él y a su ejército para saber cómo derrotar de manera milagrosa a los madianitas que oprimían al pueblo de Dios (Jue 6.34). Cuando David fue ungido como rey de Israel, el Espíritu de Dios estuvo con él “desde aquel día en
adelante” (1 S 16.13). El Espíritu de Dios obró a través de cada uno de los profetas del Antiguo Testamento que hablaron de parte del Señor (2 P 1.21). En cada caso, el Espíritu del Señor guió e instruyó a hombres y mujeres para que realizaran cosas que
hubiesen sido imposibles sin contar con asistencia divina. Cuando Jesús comenzó su ministerio público, el Espíritu descendió sobre Él como una paloma (Lc 3.22). El Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado (Lc 4.1). Isaías predijo que el Espíritu de Dios reposaría sobre el Mesías (Is 11.2). “Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que
mora en mí, Él hace las obras” (Jn 14.10). Mientras Jesús preparaba a sus discípulos para su partida, les dijo cuál sería el
papel del Espíritu Santo. De la misma manera en que Jesús había dependido de la obra y la guía del Espíritu de Dios en su vida, así también los discípulos dependerían totalmente de Jesús para recibir instrucción y guía. Ahora que se iba, Jesús dijo que
oraría y le pediría al Padre que enviara otro Consolador para que estuviera con ellos para siempre (Jn 14.16). El Espíritu vendría del Padre y daría testimonio de Cristo (Jn 15.26). No hablaría por su propia cuenta, de la misma manera en que Jesús no lo
hizo. “Hablará todo lo que oyere” (Jn 16.13). ¡El Espíritu de Dios estaría presente en el salón del trono de Dios y todo lo que Él oyera lo compartiría con los creyentes!
(1 Co 2.9-12).
Jesús ordenó a sus discípulos que no se fueran a ninguna parte, hasta haber recibido el Espíritu Santo. “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos

Cuando Dios habla “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn 4.24).
de poder desde lo alto” (Lc 24.49). Una vez que el Espíritu Santo viniera sobre ellos,contarían con los recursos necesarios para llevar a cabo cualquier misión (Hch 1.8). Hechos 2 relata la manera en que el Espíritu vino sobre los discípulos y cómo,
habiendo sido en otro momento testigos tímidos, ahora hablaban con “denuedo”. Aunque antes no habían entendido las Escrituras, ahora Pedro podía explicar las Escrituras de manera que 3.000 personas se añadieran a la iglesia (ver Hch 2.5-47).
s ¿Para hacer qué clases de cosas capacitó el Espíritu Santo de Dios a las personas? Repase los párrafos anteriores y subraye palabras que describanla actividad del Espíritu de Dios.
¿Para hacer qué clases de cosas, le capacitó y guió a usted el Espíritu Santo de Dios en el pasado? ¿Qué le podría capacitar para hacer en el futuro?
Pasado:________________________________________________________
Futuro:_ _______________________________________________________
El Espíritu de Dios capacitó a personas para hacer cosas que eran imposibles sin su ayuda. Las guió para ser líderes del pueblo de Dios; para derrotar enemigos; para construir un tabernáculo; para profetizar; para entender verdad; para predicar con
denuedo; para entender las Escrituras y muchas otras cosas. El Espíritu de Dios puede guiarle a usted a llevar a cabo cualquier misión que Él le encomiende. s ¿Qué le dijo el Espíritu Santo durante el estudio de hoy?
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¿De qué manera le responderá usted?
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