Semana 1

Dia 1: 

DIOS HABLA A SU PUEBLO

Día 1
DIOS HABLA A SU PUEBLO

Pocas verdades en las Escrituras contagian tanto entusiasmo como ésta: Dios habla a su pueblo. El mismo Dios que creó el universo con una palabra, ahora nos habla a nosotros. Hay por lo menos dos cosas que impiden que la Palabra de Dios transforme radicalmente nuestras vidas. La primera es el pecado. El pecado nos aleja de la dirección de Dios, y hace que
dejemos de buscarlo. Lea Romanos 3.11. El pecado nos hace personas centradas en nosotros mismos en lugar de centradas en Dios. El pecado hace que nuestras oraciones no sean oídas, y apaga la obra del Espíritu dentro de nosotros.
En segundo lugar, las cosas del mundo hacen que nuestros sentidos pierdan sensibilidad para recibir una palabra de parte de Dios. Por ejemplo, en un hogar promedio ¡el televisor permanece encendido más de siete horas por día! Uno debe
mirar la televisión, para informarse o entretenerse. Verla demasiado hace que nuestro pensamiento se nuble. En un momento podemos estar mirando una película en la que actores dramatizan una batalla, representado una situación de sufrimiento y
muerte, y de pronto con sólo oprimir un botón, tenemos delante de nuestros ojos las imágenes reales de un país desgarrado por la guerra, donde hay personas que sufren y mueren. Nuestros corazones ya están como anestesiados con respecto al horror de
la muerte. Y así, podemos levantarnos tranquilamente y alejarnos del televisor sin sentirnos conmovidos y sin que nada dentro de nosotros haya cambiado. Podemos acercarnos a la palabra de Dios de la misma manera. La palabra de Dios nunca es para nuestro entretenimiento, información, o consideración, sino para obedecerla. La palabra de Dios nunca nos deja seguir siendo iguales. Hoy, muchos cristianos no están seguros de cuándo Dios les está hablando.

Describa dos impedimentos para oír una palabra de parte de Dios.
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Todo nuestro entendimiento debe surgir de las Escrituras. Demasiadas personas fundamentan su condición de cristianos en el razonamiento humano. Dios no se relaciona con nosotros de la misma manera en que las personas se relacionan entre
sí. Para experimentar plenamente que Dios nos está hablando, puede ser necesario hacer ajustes en nuestra vida. Cada vez que mi experiencia no coincide con lo que encuentro revelado en las Escrituras, inmediatamente busco que mi experiencia se
conforme a ellas; y no intento hacer que las Escrituras se conformen a mi experiencia. Dios habla a través de toda la Biblia.

Génesis 1 señala repetidas veces: “Dijo Dios... y así fue... era bueno”. Lo que Dios dice siempre sucede y siempre es bueno.
Lea Isaías 14.24,27.

EL PATRÓN DE DIOS
Características de cómo Dios habló con algunas personas de la Biblia.
❑ Aunque Dios usó muchas maneras para hablar a su pueblo, la clave se encuentra
en que efectivamente habló, no en cómo habló. Las personas a quienes Dios habló
centraron su atención en el mensaje de Dios y no en el medio que Él usó para hablar.
❑ Siempre que Dios habló, la persona supo que era Dios quien hablaba. La Biblia
señala que conoceremos la voz de Dios.
❑ Cuando Dios habló, la persona supo lo que Dios dijo. Por lo general, nuestro
problema no está en saber qué es lo que Dios dice, sino en nuestra disposición para
obedecer lo que sabemos que Él nos está diciendo.
❑ Cuando Dios habló, la persona supo lo que debía hacer en respuesta, y ya no podía
seguir “haciendo las cosas como siempre”. El asunto era obedecer.
❑ La persona no siempre podía probar a los demás que Dios había hablado.
Solamente podía obedecer y dejar que los resultados testificaran.
s Piense en algún momento en su vida cuando Dios le habló. Marque con
una X cada característica señalada arriba, que se hizo evidente en su
encuentro con Dios. ¿Le costó obedecer? ¿Por qué sí, o no?
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¡LA PALABRA DE DIOS SE CUMPLIÓ!
Mientras era pastor en Saskatoon, Dios me hizo sentir que quería utilizarme como un catalizador para el avivamiento y el despertar espiritual en Norte América. También me mostró que un elemento importante para que Él hiciera esto en Canadá, era el
llamado y capacitación de líderes. Yo respondí a todo lo que Dios me dijo. Comenzamos un instituto bíblico para capacitar a las personas en el liderazgo cristiano. Muchos recibieron capacitación y fueron instrumentos para el fortalecimiento de las iglesias en todo el Canadá. Luego Dios me llamó a servir como Director de Misiones en Vancouver. La escuela que yo había ayudado a fundar estaba cerrada. No había avivamientos a nivel de toda la ciudad en Vancouver. Tenía que confiar que la palabra que Dios me había dado acerca del despertar espiritual y la educación teológica se cumpliría. ¡Dios ha sido tan fiel en el cumplimiento de la palabra que me dio! En noviembre de 1993 tuve el privilegio de predicar el mensaje el día en que mi hijo mayor, Richard, asumió la presidencia de nuestro nuevo seminario en Canadá. La palabra de Dios con respecto al despertar espiritual tampoco volvió “vacía”. Fui invitado a servir como consultor especial para los presidentes de nuestras juntas de Misiones Domésticas, Foráneas y de Escuelas Dominicales, en el área de Oración y Despertar Espiritual. ¡Lo que Dios dice se cumple, y siempre es bueno!
¡Saber cuándo Dios le está hablando no es difícil! Al igual que con todas las formas de comunicación, su relación con Dios necesita cultivarse.

¿Qué le dijo Dios a través del estudio de hoy?
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¿Qué hará usted como resultado?
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