11-28-24-LECTURA DIARIA-ESP.

                 EXPERIMENTANDO EL ESPIRITU

                                   PRIMERO LA HUMILDAD

Mi padre fue director de sucursal de un banco toda mi vida. Afortunadamente, era un hombre de negocios cristiano con gran integridad espiritual. Era uno de los hombres más piadosos que he conocido. En contraste con muchos de sus colegas, él conocía a Dios y caminaba por fe. Ayudaba a financiar pequeñas empresas no según los criterios del mundo, sino según los de Dios. Basaba sus decisiones en el carácter y el bien potencial, a menudo para asombro de los demás. Y Dios bendijo no sólo su trabajo en el banco, sino también a toda la comunidad.

Recuerdo que a menudo hablaba del peligro de elegir a los líderes basándose en la habilidad natural y no en la integridad y madurez espiritual. Le preocupaban mucho las personas y su impacto en la obra de Dios. Dios utiliza a hombres y mujeres de gran talento y capacidad, pero cuando lo hace, la primera misión del Espíritu Santo es aportar humildad. Deben dejar de compararse con otros y en su lugar medirse con Dios todopoderoso. El Espíritu Santo debe tratar con su propia imagen y reemplazarla con la imagen de Cristo. No es una tarea fácil.